Casi 11.500 cabezas de entrada en el Mercado de Liniers, lo que suma una mucha mayor entrada que la semana pasada. A pesar de ello, los precios que vimos para las categorías no sufrieron demasiado.
Precios máximos para el consumo definido de 110 para novillitos y 108 para vaquillonas de feelot, pero para pocos lotes especiales.
Salvo la exportación de vaca a China, el resto de la demanda de matarifes y frigorificos está orientada al mercado interno, que está siendo afectado por la gran recesión, que está profundizada por la cuarentena.
Luego de las compras de emergencia y el efecto freezer de Marzo-Abril por parte de la clase media que tenía algún resto, los consumidores de carne de Buenos Aires y Conurbano están ahora viviendo lo mas profundo de la recesión, con un PBI en mayo seguramente cayendo a un ritmo mayor al 10% respecto del año pasado.
Probablemente esta será la tónica del resto del año. Las buenas noticias no van a venir del mercado interno, que representa casi 80% del mercado de carne. Sólo la reapertura de las parrillas de Buenos Aires podría traer alguna recuperación del precio del novillo y los cortes parrilleros.
Sólo la confirmación de la recuperación de la exportación de vaca a China, que a pesar de volver está pagando precios mucho mas bajos que en el último trimestre del año anterior, y la reapertura de la exportación de carne de novillo a Europa, Chile e Israel podrían traer cierto alivio. Mientras tanto, el precio del novillo, especialmente el novillo pesado, va a seguir retrasado.